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InicioUna Madre para Gianna
Una Madre para Gianna

Una Madre para GiannaES

Romántica
Bella Hayes  Recién actualizado
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10
Reseñas insuficientes
65Capítulos
60.6Kleídos
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Resumen
Índice

Sinopsis

RomanceMultimillonarioInocenteMatrimonio por contratomemoria

Bianca Romano fue condenada al exilio familiar y obligada a vivir con su abuela materna después de que su padre descubriera que había tenido y abandonado a un hijo a escondidas. Tras un accidente automovilístico Bianca pierde la memoria, no recuerda a su hijo, ni quien es el padre. Lorenzo Rizzo cree que la noche de la concepción de su hija Gianna, se acostó con Carmina, la prima de Bianca, por lo que se casa con ella. Poco tiempo después su esposa lo abandona dejándole la custodia de su bebé. Gianna, de cuatro años quiere por sobre todas las cosas una madre. Bianca necesita dinero con desesperación y Lorenzo una esposa que sea una mamá para su hija. Por lo que ella accede a casarse con él y ser una madre por contrato. ¿Podrá el amor unir a estas tres personas para formar una familia? ¿Descubrirá Bianca que Gianna es en realidad la hija que no recuerda?

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Una Madre para Gianna Novelas Online Descarga gratuita de PDF

Último capítulo

  • Capítulo 64. El rechazo de una propuesta.

    Gia se quedó mirando al hombre arrodillado a sus pies y una profunda rabia la invadió, él aún no la quería solo estaba allí por un motivo: Carmelo.Quería casarse con ella para tener a su hijo, no porque la amara, esa mañana no había en su rostro ninguna señal de que se alegrara de verla, de hecho, no recordaba nunca haber visto en su cara un gesto de alegría al verla.―No ―respondió simplemente mirándolo a los ojos.Las comisuras de los labios de Dante se curvaron con malicia.Fabricio se levantó de un salto con la incredulidad pintada en el rostro.―¿No? ¿Cómo que no? ¡Por Dios! Tenemos un hijo.―¿Y qué? ¿Crees que me importa lo que dice la gente sobre mí? ¿O crees que no puedo criarlo sola? ―le respondió retadora con las manos en las caderas.―No entiendo por qué no quieres casarte conmigo, pensé que era lo que siempre habías deseado ―dijo él con voz furiosa.Gia bufó burlona.―Si tiene que explicártelo eres más tonto de lo que pensaba ―replicó Dante con voz divertida.―¡Papá! Dejé

  • Capítulo 63. Grandes sorpresas

    En alguna parte de Rusia La mujer miraba como un grupo de hombres vestidos de trajes negros bajaban a la tierra el ataúd de su marido. El hombre con el que había compartido los últimos años de su vida, aunque por fuera su actitud era contrita, por dentro no podía dejar de sentir cierta satisfacción. ¡Al fin era libre! Ya no lo tendría en su vida para vigilarla y controlarla. Le había costado un poco encontrar la manera de librarse de él, pero en el mundo donde su marido trabajaba los hombres no solían durar mucho. Lo mejor de esos años de sacrificio había sido la fortuna y los contactos que le había dejado. Con ese dinero se operaría para trasformar sus facciones y se compraría una nueva identidad, después podía comenzar a planificar su venganza. Ya tenía todo preparado, al día siguiente saldría muy temprano para Tailandia, el paraíso de las clínicas de cirugía estética, allí iría con un cirujano plástico que era experto en cambiarle la cara a las personas. Su costo era elevado, per

  • Capítulo 62. Una reacción inesperada.

    Julia Conte, la madre de Fabricio, iba en el coche junto a su marido, el afamado y retirado doctor Fabián Conte. Se dirigían a casa de su hijo cuando recibió el mensaje de auxilio de este.Una hora antes Julia había recibido una llamada de una amiga del hospital contándole con pelos y señales todo lo ocurrido en el desayuno de bienvenida de Fabricio.Estuvo a punto de llamarlo, pero prefirió ir a constatar con sus propios ojos lo que le habían dicho, así que le pidió a su amiga que averiguara donde se encontraba su hijo. Un rato después recibió una segunda llamada, según la secretaria de Fabricio, este se había marchado a casa con el bebé.Al llegar al edificio el portero les dijo que podían pasar de inmediato, subieron el ascensor hasta el último piso y al llegar Fabricio lo esperaba en la puerta con Carmelo en brazos.―¡Oh! ¡Qué hermoso es! ―exclamó Julia tomando al bebé en brazos, el niño le dio una sonrisa a su nueva abuela reconociendo de inmediato su amor.Al pasar por el lado d

  • Capítulo 61. El primer día de Fabricio como papá.

    La enfermera que arrullaba a Carmelo levantó la cabeza cuando un olor desagradable llegó a su nariz, su jefe, el doctor Fabricio se había quedado mirando la puerta por donde la mamá del bebé había salido. Ella era enfermera de la sala de recién nacidos y recordaba muy bien a Gia de cuando estuvo hospitalizada por el nacimiento del bebé. Era difícil olvidar ese pelo rojo y a la chica que parecía una adolescente parada frente al vidrio de la sala de recién nacidos mientras las lágrimas corrían por su rostro.Sí había cargado al bebé era para que este no llorara más no por compasión a su jefe.―Doctor, debo volver a mi trabajo, tomé al niño ―dijo poniéndole al bebé en los brazos.Fabricio la miró con un brillo de desesperación en sus ojos, como preguntando ¿Y ahora qué hago? Ella lo ignoró y caminó hasta la puerta del salón y antes de salir se giró.―Por cierto, doctor, el bebé tiene el pañal sucio, tiene que cambiarlo ―le soltó antes de desaparecer.Fabricio entrecerró los ojos, sabien

  • Capítulo 60. Catorce meses y unos días después.

    Gia entró por la puerta principal del hospital y se acercó a la recepcionista. Una sonrisa de inocencia adornaba su rostro.―Me puede indicar cual es el consultorio del doctor Fabricio ―preguntó en la recepción.―En el segundo piso, consultorio doscientos treinta y cuatro, si no hay nadie espere un ratito que el doctor debe estar en el desayuno de bienvenida que le hizo el personal.―Gracias, no hay problema, esperaré.Gia estaba furiosa, su rabia se había calentado mucho cuando supo por medio de Bianca, que Lorenzo había podido contactar con él por teléfono y orgulloso le envió unas fotos de Gianna y de Anna Carmela, en una de las fotos salía su hijo Carmelo cuando estaba recién nacido y el único comentario de Fabricio fue que no le sorprendía que ella tuviera un hijo. «¿Quién demonios se cree él para juzgarme?» pensó.Hasta Lorenzo se molestó por el comentario de Fabricio y le dijo que no se atreviera a hablar mal de ella porque no lo toleraría, desde ese día no se habían vuelto a e

  • Capítulo 59. Una promesa que tendría que cumplir.

    Gia estaba parada entre Lorenzo y Dante frente al vidrio de la sala de recién nacidos admirando a Anna Carmela, la hija recién nacida de Bianca, llamada así en honor a su abuela materna. A su lado derecho su padre miraba emocionado a la bebé, del lado izquierdo estaba Lorenzo.La tormenta finalmente había pasado y Lorenzo estaba más tranquilo porque a Bianca se le pudo contener la hemorragia y no hubo necesidad de hacerle la histerectomía, aunque en ese momento no se sabía si lograría un nuevo embarazo.«Si solo son dos hijas lo que tendré me doy por bien servido, lo importante es que mi Bianca se recupere porque no podría vivir sin ella» pensó Lorenzo emocionado.En ese momento Bianca estaba en la sala de recuperación, cuando despertara de la anestesia la pasarían a una habitación―Es tan hermosa ―dijo Gia con un suspiro pensando en cuando su bebé naciera.―Y tan pelirroja como la madre ―replicó Dante con satisfacción ―No pintas nada, Lorenzo ―le dijo a modo de broma.―Después de est

  • Capítulo 58. El nacimiento de Anna.

    Bianca estaba en la semana treinta de nueve de embarazo y se sentía agotada, quería que su bebé naciera pronto, le costaba mucho conciliar el sueño porque le dolía la espalda y cuando se dormía se despertaba continuamente por las ganas de ir al baño. Al menos Gianna ya dormía en su habitación, aunque en algunas madrugadas hacía el camino hasta la cama de sus padres.Esa mañana se despertó adolorida su barriga estaba dura, esperó a ver que ocurría y de pronto el dolor pasó, a su lado Lorenzo dormía profundamente, él también pasaba malas noches porque se quedaba despierto cuando ella no podía. Se levantó con cuidado para no despertarlo, fue al baño hizo sus necesidades y miró la ducha, se moría por un baño, abrió la llave, se desvistió, se metió al agua caliente y se relajó.El agua caliente se llevó parte de sus dolores, se enjabonó y aclaró con una sonrisa en la cara, tal vez iría a la cama con Lorenzo para que le hiciera el amor. «Dicen que eso acelera el parto» pensó, se giró para t

  • Capítulo 57. Y pasó lo inimaginable.

    ―No, no, es imposible que esté embarazada, doctora ―negó Gia con la cabeza ―Debe haber un error, quizás le entregaron la prueba de otra persona porque nosotros no... todavía soy virgen.Gia tenía ganas de reír por lo absurdo de la situación y de llorar al mismo tiempo. Habían pasado seis semanas desde esa nefasta noche y cinco desde que Fabricio se marchó. Se sentía muy mal del estómago y débil, esa mañana casi se desmaya en clases por eso acudió al servicio médico de la facultad.―Aún sin haber penetración pudiste estar embarazada si estabas ovulando ese día y él eyaculó en la entrada de tu vagina. Inclusive si solo se frotó y dejó líquido preseminal en tu vulva pudo ocurrir porque ese fluido va cargado de espermatozoides que se pegan a la mucosa producida por la ovulación y nadan a través de él por el canal vaginal hasta llegar al útero. El himen es una membrana que separa la vagina de la vulva, pero no está completamente sellado, ya que permite que salga la menstruación.Gia enroje

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65 chapters
Capítulo 1. La trampa más vil
Una Madre para Gianna/Bella Hayes
Bianca despertó de su estado de duermevela poco a poco, lo primero que hizo fue llevarse las manos a la cabeza porque le dolía de manera horrorosa. Su mente registró que no estaba en su cama, entonces recordó que había ido a una fiesta de fin de curso en casa de la mejor amiga de su prima Carmina, seguramente se había quedado a dormir allí, frunció el ceño al no poder recordar nada. Un segundo después otro hecho la impactó: estaba desnuda y el dolor que sentía entre los muslos le dijo que algo muy malo había pasado. Abrió los ojos confundida y con horror se dio cuenta de que a su lado había un hombre extraño, tan desnudo como ella. Con pánico se levantó de la cama, la sangre que manchaba sus muslos le dijo que se había acostado con ese hombre. «¡Oh, Dios mío! ¿Qué he hecho? Papá va a matarme» pensó desesperada mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. «¿Cómo pude hacer esto?» se recriminó a sí misma. Trató de recordar si había bebido mucho en la fiesta de la amiga de Carmina,
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Capítulo 2. El engaño
Una Madre para Gianna/Bella Hayes
Bianca no podía dejar de mirar la prueba de embarazo que tenía en sus manos, nunca pensó que lo sucedido esa noche tuviera consecuencias. No sabía cómo se lo diría a su padre, estaba segura de que la mataría. ¡Dios que tonta e irresponsable había sido! Todos sus planes se fueron por el retrete. No podría terminar sus estudios universitarios, su papá no lo permitiría, apenas había terminado el primer año y ya estaba embarazada. Lo peor de todo es que no estaba segura de quién era el padre. Lo único que recordaba era que el hombre con el que se acostó se parecía a Lorenzo Rizzo, pero sabía que no podía ser él porque se había casado con Carmina. Decidió llamar a su prima en busca de información ya que la fiesta fue en casa de su amiga, a lo mejor ella sabía con quien se había acostado esa noche. ―¿Embarazada? ¡Por Dios, Bianca! Te volviste loca, no, no sé con quién te fuiste a la cama. ―Yo tampoco, Carmina, recuerdo tomar una copa de vino y después despertar al lado de un hombre, me
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Capítulo 3. El destierro de Bianca.
Una Madre para Gianna/Bella Hayes
Bianca se despertó en un hospital sin tener idea de lo que había pasado, le dolía todo el cuerpo, pero especialmente el pecho. Tenía miedo, sintió una angustia muy profunda dentro de sí por lo que sin poder evitarlo soltó un sollozo. Un médico que estaba escribiendo algo en su historia levantó la cabeza, sorprendido al escucharla, al ver sus ojos desesperados se apresuró a examinarla. ―¿Puedes hablar? ―preguntó el doctor. ―¿Qué me ocurrió? ―cuestionó Bianca con voz ronca. El médico pudo observar que la confusión estaba pintada en su cara. Él terminó de examinarla y le brindó una sonrisa tranquilizadora. ―Hola, soy el doctor Fabricio Conte, me alegra ver que despertó, tuvo usted un accidente de coche hace unos días en Sicilia del cual resultó severamente lesionada. Estaba tan grave que la trasladaron a Roma para poder atenderla mejor ―explicó el médico. ―¿Sicilia? No, no lo creo, hace mucho que no voy a Sicilia, acabo de terminar el primer año de la universidad y este año pasaré e
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Capítulo 4. ¿Eres mi mamá?
Una Madre para Gianna/Bella Hayes
Bianca se marchó cabizbaja, estaba desesperada, su abuela se moriría si tenía que sacarla del hospital privado por no tener conque pagar la cuenta. Si tan solo el hospital público hubiese aceptado operarla cuando le tocó la segunda operación, ella no estaría en esa situación tan desesperada. Su abuela había sido diagnóstica con muerte cerebral, por eso el hospital público se negó a operarla de nuevo para intentar salvarla, quería desconectarla para que muriera, pero ella se opuso y se la llevó a uno privado. La operación consumió todos los ahorros que tenía y ya no sabía de donde sacar dinero. Y aún tenía que pagar su estancia en el otro hospital privado para pacientes terminales donde tuvo que llevarla después de la operación, porque si la enviaban de nuevo al público al cabo de un par de meses la desconectarían. Bianca sentía que se lo debía a su abuela, su Nonna era la única que la había apoyado y consolado después del accidente y de la pérdida de su bebé. Nunca la juzgó, ni le r
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Capítulo 5. Una madre para Gianna.
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No, mi princesa, la señorita Bianca y yo estamos hablando de un trabajo, y sabes que no puedes entrar a mi oficina de esa manera ―reprendió Lorenzo a Gianna con cariño ―Ve con tu niñera y espera que nosotros terminemos de hablar ¿Sí? ―Pero, la señorita Bianca no se irá. ¿Verdad, papá? Ella es mi mamá perfecta ―aseguró Gianna. ―No, no se irá ―respondió Lorenzo para asombro de Bianca. La niña depósito un beso en el rostro de la sorprendida Bianca y salió de la oficina de su padre. Bianca se preguntó cómo era posible que Carmina hubiese abandonado de esa manera a su hija, que no daría ella por tener a su hijo con ella. Desde que su prima se había casado con Lorenzo se distanció totalmente de su familia Romano y cuando ocurrió su accidente ni siquiera la fue a ver. La llamó para pedirle ayuda cuando su padre la echó de la casa y su prima simplemente le había colgado el teléfono. Lo último que escuchó de ella era que se había mudado a Londres a vivir la gran vida con el dinero que le h
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Capítulo 6. Una propuesta tentadora.
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Bianca estaba en la habitación de Gianna acomodando la ropa de la niña cuando escuchó llegar a Lorenzo con su hija. ―Mamá, mamá ―gritó la niña corriendo por toda la casa. Bianca se asomó a las escaleras pensando que quizás Carmina había vuelto de visita, para su asombro, Gianna soltó un gritito de felicidad al verla y subió corriendo las escaleras. Bianca temiendo que se hiciera daño comenzó a bajar con prisas hasta que la niña cayó en sus brazos. ―Mamá, no fuiste al colegio, era día de mamás y yo me escondí y lloré, lloré y lloré hasta que llegó papá y me dijo que estabas en casa ―dijo Gianna abrazándola con fuerza. Bianca miró a Lorenzo confusa y él le hizo señas de que después le explicaría. ―No sabía que era día de mamás en el colegio, mi pollito ―le respondió Bianca con suavidad mientras la cargaba y subía las escaleras con ella para llevarla a su habitación. ―¿La próxima irás, mamá? ―preguntó la niña mirándola con sus grandes ojos verdes. ―Sí, la próxima vez te acompañaré
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Capítulo 7. Un vestido muy especial.
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Bianca se quedó mirando a Lorenzo sin palabras ante la amenaza que le hizo, durante una fracción de segundo pensó en retractarse, pero se recordó la promesa que le hizo a su abuela. ―Nunca haría sufrir a un niño, al menos no intencionalmente, pero le aseguro, señor Lorenzo que educaré a Gianna lo mejor que pueda, con afecto y valores. ―Lorenzo, no me digas señor, se vería extraño si vamos a casarnos ―alegó él. ―Está bien... Lorenzo ―dijo con timidez. ―¿Tienes familia a la que notificarle de la boda? ―No, soy huérfana ―respondió mintiendo en parte porque en realidad no tenía a nadie que pudiera acompañarla ―No hay nadie a quien invitar. ―Lo lamento, pero piensa que ahora tendrás una hija. ―Sí, Gianna será mi hija de ahora en adelante ―contestó ella pensando en su bebé y rogando que tuviese una madre que lo amara. ―¿Trajiste todas tus cosas? ¿Hay algo que quieras de tu casa? Porque no volverás a vivir allí ―Traje una maleta con lo esencial no pensé que me quedará para siempre.
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Capítulo 8. Una boda apresurada.
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Cuando subieron al coche el teléfono de Lorenzo comenzó a sonar, era la niñera que lo llamaba porque Gianna se había despertado y estaba llorando por su mamá. No había logrado calmarla, al fondo se oía a la pequeña que lloraba a todo pulmón. ―Papá, me dijiste que cuando despertara mi mamá estaría aquí y no está ―sollozó la pequeña. ―Vamos en camino, mi princesa, te pondré a mamá para que te diga cuando llegamos que voy conduciendo el coche ―dijo Lorenzo a su hija. Bianca tomó el aparato que él le tendió. ―No llores, mi pollito, que ya voy en camino, mi maleta se había perdido. ―Mi papá te comprará ropa, pero ven ya, mamá ―pidió la niña haciendo un puchero. ―Ya voy, corazoncito, pronto llegaré. ¿Por qué no sacas tus vestidos más lindos para que cuando yo llegue veamos que te pondrás mañana para la boda? Dile a la niñera que te ayude ―le propuso para calmarla. El viaje de regreso lo hicieron más rápido que el de ida, cuando llegaron a la casa, Lorenzo bajó la caja con el vestido d
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Capítulo 9 Un cambio de planes.
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Bianca bajó por las escaleras y se encontró con que Gianna y la niñera la estaban esperando, la niña estaba impaciente por salir a la boda. Al verla descender la miró con una gran sonrisa. ―Está muy bonita, mamá, pareces un ángel ―le dijo la niña emocionada. ―El ángel eres tú, mi pollito, con ese vestido pareces una princesa ―le respondió Bianca. ―¿Dónde está Lorenzo? ―le preguntó a la niñera. ―El señor Lorenzo se marchó, dijo que la esperaba en el lugar, señora ―le respondió la niñera. ―Vamos, Dora, ayer era Bianca y hoy soy señora ―le dijo a la niñera. ―Al casarse con el señor Lorenzo ahora es la señora de la casa y es mejor que nos marchemos si no quiere llegar tarde a su boda. Gianna tomó su mano y al salir de su casa, Bianca se encontró con una limosina adornada con lazos. ―¡Oh! Me encanta este coche ―exclamó Gianna subiendo a él cuando el chofer le abrió la puerta. El paseo fue divertido para las tres y tuvieron que sostener a Gianna cuando se dio cuenta de que el techo
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Capítulo 10. Un recuerdo fugaz.
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Lorenzo miró sorprendido a Fabián y una mirada de sospecha se instaló en su rostro al pensar que Bianca pudiera haber tenido una relación con su mejor amigo. La vio palidecer antes de poner una sonrisa en su rostro. ―Sí, hace unos años tuve un grave accidente automovilístico, estuve meses hospitalizada y el doctor Conte fue mi médico entonces. Una sensación de alivio recorrió el cuerpo de Lorenzo, su amigo podía ser un mujeriego, pero nunca se enredaba con una paciente. ―Sí, es cierto ―confirmó el médico ―¿Cómo estás, Bianca? ―Casándome ―dijo ella en broma para romper el incómodo momento. Bianca logró su propósito y el ambiente se relajó. Un fotógrafo que Lorenzo había contratado para que cubriera el evento tomó múltiples fotos. Los novios posaron solo, junto a Gianna y los abuelos. ―Quiero una foto con Gianna ―dijo Bianca para que la niña tuviera el recuerdo de ese día. La niña y ella hicieron varias poses juntas y las fotos quedaron muy bien. ―Su hija y usted se parecen much
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