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Venganza Inmerecida

Venganza InmerecidaES

Romántica
Jeda Clavo  Completo
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10
Reseñas insuficientes
95Capítulos
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Resumen
Índice

Sinopsis

TragediaMultimillonarioMafiaDramaMalentendidoOdioCruel

Enzo Ferrer es un mafioso, un hombre frío, despiadado y cruel, todos le temen porque no perdona los errores, ni a amigos, ni mucho menos a sus enemigos, es rencoroso y vengativo, nunca olvida una afrenta; no cree en la amistad y no confia en las buenas intenciones de la gente… y su mal carácter se acrecentó cuando una tragedia marcó su vida, perdiendo a su única hermana y sumiéndolo en una espiral de odio… ahora su único deseo es veng de la hija del hombre causante de la muerte de su hermana, y no descansará hasta verla destruida tal y como su padre destruyó a su sangre. Nicol es el tesoro más preciado de la familia Parisi, es caprichosa, consentida, acostumbrada a salirse con la suya y a ser amada por todos, ante la crisis financiera de su padre decide aceptar las condiciones del único hombre que los puede salvar de la ruina. Lo que no sabe es que a Enzo no le mueve el amor, si no un deseo enfermo de destruir, lo más valioso que tiene Juli Parisi.

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Último capítulo

  • Otras historias de la autora

    Universo Ferrari.1. Tu cruel amor 2. No sabía que eras tú 3. Empezar de nuevo 4. Venganza equivocada 5. Amor inesperado (está dentro de Venganza equivocada). 6. Una mujer excepcional 7. Rinascere 8. Tras tus huellas 9. Mujer prohibida 10. Reconquistando a mi ex 11. El precio de un error. 12. Esposa bajo contrato 13. Carrera por el amor (dentro de Esposa bajo contrato) 14. Matrimonio pactado (dentro de esposa bajo contrato) 15. El hijo de mi esposo 16. Matrimonio obligado 17. Enamorado de lo prohibido (dentro de Matrimonio obligado)18. Venganza Inmerecida 19. Casados por nuestro hijo(Las historias están escritas para que pueden leerse de manera independiente)Serie hombres dominantes.1. Mi otro Yo 2. Chantaje por amor 3. Una razón para vivir Serie nuevos amores.1. Después de la traición 2. Reto de amor 3. A pesar del tiempo (Aquí una mujer excepcional del universo Ferrari se relaciona con esta)Serie Los Mendoza1. Me declaro culpable. 2. Te declaro Ino

  • Capítulo 94. Una nueva luz en su vida

    Enzo miró a su mujer, orgulloso, y corrió para sostenerla, mientras ella miraba preocupada.—¿Y ahora qué haremos? —interrogó ella sin poder ocultar sus nervios.—Tranquila mi amor, todo estará bien. ¡Ziola! ¡Loretta! ¡Nicol rompió fuente! Viene mi niña —gritó sin poder contener la emoción.—Tengo miedo —pronunció ella en un susurro.—No mi amor, no estarás sola, estaré a tu lado y juntos recibiremos a nuestra pequeña, no debes tener miedo —le dijo besando su frente.Enseguida llegaron las dos mujeres, cuando Ziola escuchó que había roto fuentes salió a buscar las cosas necesarias para llevar al hospital. —Ziola por favor, cuida de Piero y Johan —expresó con preocupación.—Por supuesto que los cuidaré, no te preocupes, debes estar tranquila.Enseguida Enzo, la alzó y la llevó cargada hasta el carro, la madre de Nicol se montó con ella atrás, mientras le decía cómo iba a respirar.Llegaron al centro médico en tiempo récord, como Loretta había llamado, ya había alguien esperando, la pa

  • Capítulo 93. La crueldad de los Moguilévich.

    La celebración entre ellos dos duró varias horas de la noche, después de celebrar en la intimidad, salieron a hacerlo con los demás, la fiesta no paraba de crecer, y los dos amantes seguían disfrutando de la música, los bailes, y la compañía de los demás. La luz de la luna brillaba y caía sobre sus rostros, derramando sobre ellos una luz eterna. Ellos se miraban entre risas y besos, celebrando su amor y su felicidad.Ziola también estaba feliz, no se había despegado de sus hijos en toda la noche, es que aún tenía miedo de que solo se tratara de un sueño o una equivocación, tenía tanto tiempo que la vida no le daba cosas buenas, que ahora cuando las veía dudaba.A pesar de estar feliz, tenía una tensión en su espalda y una sensación de temor, Nicol la vio, le tomó la mano y se la llevó a otra parte para hablar con ella.—¿Por qué tienes que buscarle peros a la felicidad? Ziola iba a responder, sin embargo, Nicol le colocó una mano en el brazo, al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

  • Capítulo 92. Una felicidad sin igual. 

    Ziola no podía contener la emoción. Le parecía estar viviendo en un sueño, y no era para menos. Ese día, después de tantos años de separación, horas de sufrimiento y de dolor, de extrañarlos, incluso de haberse querido morir por no tenerlos a su lado, los tenía allí, frente a ella a sus tres hijos, grandes, hermosos, después de seis largos años sin verlos. Se cubrió la boca con la mano, como si así pudiera contener la euforia y el caudal de emoción que la embargaba. Luego sin importarle nada más, se lanzó en el suelo, se arrodilló con los ojos clavados en sus tres hijos, el mayor ya tenía catorce años, el del medio diez y el más pequeño, siete. Sintió que un nudo se formaba en su garganta impidiéndole hablar. Sus niños eran ya mayores, cuando quedaron con su tía, eran tan pequeños indefensos, y siempre creyó que estuvieron con ella, hasta hacía poco que recibió información que cuando esta se enfermó, se los llevó a su abuela paterna y había sido esta quien los cuidó hasta su muerte

  • Capítulo 91.  Una sorpresa que jamás olvidaría.

    La mañana llegó rápidamente y todos se despertaron temprano para poder aprovechar el día. La familia se reunió en la sala de estar y de allí se fueron al comedor para desayunar. Se había convertido en una costumbre que todos se sentaran juntos para comer, incluso tan temprano como ahora. Nicol se sentó a la mesa con su esposo, Enzo, su hijo mayor Piero, y su bebé Johan. Las tres sonrisas brillantes y los brazos abiertos para abrazarla la llenaron de amor. Después de comer, Nicol decidió hacer un paseo con su familia, aunque no tan largo como el del día anterior, donde pasaron todo el día al aire libre, jugando, divirtiéndose, los recuerdos llegaron a su mente y los dejó fluir. En un principio a Nicol le preocupaba un poco, que Enzo no se adaptara a su nueva vida, luego de haber estado en un mundo tan diferente, pero después de verlo sonriendo y haciendo bromas con ellos, se sintió aliviada. Él se dio cuenta y la tranquilizó. —¿Acaso crees que cambiaré esta vida de paz y tranquili

  • Capítulo 90. Ilustrísimo señor, Ilustrísima señora.

    Enzo sonrió mientras observaba a su mujer y a su hijo mayor, instalándose en el amplio castillo, se veían emocionados, sabía que desde que se mudaron del castillo donde vivían en Italia, no se sentían cómodos, pero ahora verlos felices, lo emocionaba, y a decir verdad, este le gustaba más, porque allí crearían juntos nuevos recuerdos, era como una especie de borrón y cuenta nueva, porque para él lo más importante era su familia.El lugar era precioso, mucho mejor de lo que él se había imaginado, y la vista era increíble. Sus ojos recorrieron cada rincón con un grado de satisfacción que él no había experimentado antes.—¿Te gusta aquí, mi pequeño Johan? —preguntó Enzo, mientras acariciaba la mejilla del bebé—. ¿Te gusta el castillo?Como si el bebé supiera de lo que estaba hablando, sonrió mientras agitaba sus manitos y hacía pequeños ruidos con la boca, demostrando que estaba contento. Entonces, Enzo se inclinó y le habló al vientre de Nicol.—¿Y tu hermosa princesa? ¿Te gusta tu nuev

  • Capítulo 89. Planes de una nueva vida.

    Andreas alzó una ceja con incredulidad por lo que estaba viendo, pero, aun así, no preguntó nada. En cambio, se puso de pie y se dirigió a la mesa, tomó un periódico y se lo dio a Nicol. Ella pudo ver el contenido de la primera plana. “Cae abatido por integrantes de su propia organización, el Capo di tutti capi, conocido como el Barón Ferrer, se dice que usurpó identidad del respetable empresario Enzo Johannez Ferrer Cadogan, gracias a su asombroso parecido”, la reseña iba acompañada con una fotografía del rostro de Enzo Ferrer con un tiro en la frente. Por un instante, Nicol se quedó parada observando sin saber que decir, la mano le temblaba, y sentía su corazón estrujado, casi sangrando del dolor, las lágrimas quemaban en sus ojos, amenazando con derramarse, no supo cuánto tiempo tardó allí, pero al ver de nuevo la imagen hubo algo que no le encajó y sus sospechas crecieron. —¡Espérenme afuera! —ordenó a los hombres, quienes se miraron entre sí y negaron con la cabeza. —Señora d

  • Capítulo 88. Una mujer de armas tomar.

    Los días fueron pasando y Nicol cada día se desesperaba más. La angustia comenzó a aumentar cada vez, porque no había sabido nada de Enzo, había pasado más de una semana y no había habido ni una sola noticia. Nicol sabía que algo estaba mal, pero no sabía qué.Por su parte, los niños también lo estaban extrañando hasta el pequeño bebé, lloraba continuamente y debía ponerle una ropa de Enzo, para lograr calmarlo.Nicol sabía que no podía quedarse en la casa de los Ferrari para siempre, a pesar de que ellos se habían portado servicialmente con ella, hasta una amplia cabaña terminaron prestándole para vivir dentro de su propiedad para que se sintiera cómoda, con cuatro habitaciones, una cocina, comedor, sala y una sala de estar, Ziola y su madre se habían ido con ella, sin embargo, necesitaba estar en su casa, y para ella esa era casa de Roma de Enzo, porque sabía que no podía ir al castillo, porque estaría vulnerable.—Yo necesito hacer algo, no puedo quedarme cruzada de brazos. Necesit

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Capítulo 1. Acepto casarme contigo
Venganza Inmerecida/Jeda Clavo
Ocho años despuésEnzo miraba atentamente a uno de los hombres que más odiaba en la vida, sentado rogándole para que no lo arruinara, nada más y nada menos que el mismísimo Juliano Parisi, causante de la muerte de su hermana hacía ocho años.―No puedes hacerme esto Enzo… tú me habías dicho que el préstamo era para pagar en un plazo de diez años, solo llevamos la mitad, yo no esperaba reembolsar esa cantidad de dinero, me descapitalizaría, tendría que vender hasta mi casa… no puedo dejar a mi familia en la calle.―¡Eso no es mi problema Parisi! Es tu culpa que estuvieras emocionado por recibir el dinero y no te dieras cuenta de lo demás, debiste leer las letras pequeñas del contrato ―dijo con firmeza.―Por favor Enzo, debe haber algo que pueda hacer… no me devastes de esta manera… me prometiste que el préstamo no me arruinaría…―dijo en tono suplicante.―Eso es una mentira… yo solo te dije que no exigiría el pago hasta llegado el momento estipulado en el contrato… ¿Y qué crees? Llegó el
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Capítulo 2. La verdad tras la boda
Venganza Inmerecida/Jeda Clavo
Dos semanas después La bella Nicol, se miraba al espejo emocionada, engalanada con un delicado y elegante vestido de novia blanco inmaculado, digno de una princesa, una tiara de platino con espinelas rosas y brillantes diamantes elaborada con el motivo de una mariposa, de cuarenta quilates, zapatillas transparentes con incrustaciones de diamantes, asemejando a las de cristales de cenicienta y es que ella era una soñadora, enamorada, que amaba los cuentos de hadas y en ese momento, creía firmemente que estaba siendo la protagonista de uno.Su madre la abrazó, sin embargo, no podía dejar de sentir esa opresión en el pecho, no pudo evitar un par de lágrimas salir.―Madre, no llores que se te correrá el maquillaje… no tienes nada de que preocuparte, Enzo me hará la mujer más feliz del mundo… ya lo viste, no escatimó esfuerzos en complacerme en todo lo que le pedí, la ropa, la decoración de la iglesia, la sala de fiestas… y la luna de miel grandiosa, hasta me llevará a su propia isla de l
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Capítulo 3. Atisbo de valentía
Venganza Inmerecida/Jeda Clavo
Nicol no dejaba de llorar, las lágrimas corrían como cascadas por su rostro. Eso enfureció a Enzo, quien se giró hacia ella y tomó con violencia su mentón apretándola con fuerza, mientras la joven lo miraba con una expresión de miedo.―¡Cállate de una vez! No soporto verte llorar, me irritas y me pones de mal humor.—¿Por qué me haces esto? Yo… te amaba… soñaba contigo, con ser tu esposa, y ser… feliz a tu lado —dijo ella con voz entrecortada.—Eso es para que veas que los sueños se convierten en pesadillas… y te voy a dar un consejo, espero que nunca te olvides, el amor te hace vulnerable y te destruye… no debiste haberte enamorado… siempre a quien terminas amando acaba convirtiéndose en tu verdugo, como lo fue tu padre de mi hermana cuando se burló de ella y la dejó embarazada, llevándola a la muerte y ahora yo seré el tuyo —dijo con crueldad.—Mi papá, no pudo haberse burlado de tu hermana… él no es capaz de hacer eso… mi papá es un buen padre y esposo… muy familiar, jamás ha sido
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Capítulo 4. Un hombre despreciable
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—¿Quién demonios te crees para hablarme así? ¿Qué me estás diciendo? —gritó él casi en un ataque de furia incontrolable.—Que me dejes en paz, que no me toques, que no me trates como si fuera una mujer que vende su cuerpo. Anda, ¡Ve a tu cuarto a cogerte a tus mujeres y déjame a mí en paz! Porque si en algún momento llegué a creerte un príncipe azul, ahora me doy cuenta, que solo eres una porquería de hombre —dijo con vehemencia mientras lo miraba con esos ojos azules tan agitados como las olas del mar.Lo que no esperó Nicol, fue recibir la bofetada del hombre golpeándola en la boca, dejando por un momento a la chica aturdida y con el sabor metálico de la sangre, mientras expresaba con odio.—¡A mí no me hables así! Porque esa bofetada es nada comparada con lo que te haré si vuelves a hacerlo.Aún no había terminado de hablar, cuando de vuelta recibió una bofetada de la joven, quien extendió el brazo y lo golpeó por el rostro.—¡Y tú no vuelvas a golpearme en tu vida! —exclamó con un
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Capítulo 5. Un juramento.
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―Hazme el favor de levantarte, si crees que con esta actuación lograrás conmoverme, estás equivocada… no existe nada en el mundo que me conmueva, ni que me haga más humano… la única que lograba hacer eso era mi hermana y tu maldit0 padre, la acabó, solo agradécele a él ―le dijo sacudiéndola con fuerza.La cabeza de Nicol se tambaleaba de un lugar a otro como si fuera la de una muñeca, lo que enfurecía más al hombre que pensaba que la joven estaba actuando.―¡Párate o juro que te dejaré aquí! ―espetó con odio.La fiebre la tenía delirando y en medio de sus delirios, Nicol se imaginaba en un mundo donde era feliz.Enzo la soltó de manera despectiva.―Si no quieres levantarte, entonces quédate allí ―expresó soltándola y la joven se rodó en la bañera, aunque su cabeza no se hundió.Enzo la observó una vez más y trató de ignorar su condición, pero aun así no pudo evitar notar la palidez de su rostro, sus ojos brillantes y sus labios entreabiertos respirando con debilidad.Se disgustó porqu
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Capítulo 6. Una mujer indoblegable
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Por fin, un par de días después Nicol, se sentía más recuperada, aunque su cuerpo había quedado debilitado, por lo menos sentía que podía levantarse, alimentarse, bañarse, por eso apenas abrió los ojos y vio a la mujer que la había cuidado entrar con otra señora que traía una bandeja de comida y le pidió productos de aseo personal.―Disculpe, ¿Sería tan amable de conseguirme una pastilla de jabón y un champú para bañarme?, por favor ―apenas la petición salió de sus labios, la mujer comenzó a burlarse de ella.―Mira muchachita, vamos a dejar algo en claro, cuando te dirijas a mí lo haces como señorita Gia, segundo, no soy amable, todo lo contrario, la gente me da igual, y tercero ¿Crees que esto es un hotel cinco estrellas o que estás en un complejo vacacional donde ibas con su familia rica? » Pues si crees eso estás equivocada, aquí no hay ningún privilegio para ti, como dijo Enzo, aquí no viniste a disfrutar de tu estadía, si quieres ir a bañarte, lo harás en tu hora de comida en el
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Capítulo 7. A Nicol solo la toco yo
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Minutos antes En ese momento, Enzo veía la foto de su hermana, mientras mantenía una copa en su mano, era imposible no quebrarse cada vez que la observaba, sobre todo en esa fecha donde se cumplía un aniversario más de la muerte de sus padres y lo único bueno y puro que le había quedado era su hermana, la cual le había sido arrebatada sin misericordia.Gema había sido como su hija, cuando sus padres fueron asesinados, ella tenía diez años y el dieciséis, solicitó su emancipación solo para poder quedarse con su custodia y protegerla, pero no lo hizo bien y a Gema le costó la vida.Ella había sido la única luz en su camino, en esos momentos de mayor tormenta, cuando decidió continuar con el legado de terror y maldad de su padre, después que el desgraciado de Mackenzo decidiera acabar sus vidas.―¡Maldit0 desgraciado Mackenzo! Pero seguramente debes estar retorciéndose en el infierno que tú mismo te buscaste ―espetó en voz alta y hasta con una expresión de satisfacción al recordar como a
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Capítulo 8. Las consecuencias de hablar
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Por instrucciones de Enzo, Nicol iba a ser llevada por Giorgi a una de las celdas de la mazmorra, para llamar al médico para que la revisara… porque no quería dejarla en el área de servicio, por temor a que Gia accediera a ella y le causara daño.Nicol abrió los ojos lentamente, no supo cuánto tiempo estuvo inconsciente, solo sintió una mano sujetándola gentilmente, para correrla, ya estaba toda empapada, se imaginó que era para limpiar la mugre sobre ella.Nicol, levantó su cabeza y vio a un hombre de mediana edad, acariciándole suavemente la mejilla y casi al instante, ella sintió que le colocaba un abrigo encima, no pudo evitar que el contacto de la prenda en su piel le doliera. La persona la cargó en sus brazos, mientras ella lloraba desconsoladamente.―Por favor, ¡Máteme! Ayúdeme a morir ―pronunció Nicol casi sin aliento y en un prolongado sollozo.Realmente, eso era lo que quería cerrar sus ojos y no volver a abrirlos más, sumergirse en la niebla, de la inconsciencia, del olvido…
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Capítulo 9. Encuéntrenla. 
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Nicol intentó agarrar al guardia para que soltara a Ziola, pero el hombre le dio un puñetazo en la cara y la derribó. Nicol intentó levantarse, pero fue arrastrada hasta la puerta de la celda y arrojada al pasillo. Oyó gritos y golpes mientras el hombre se alejaba con Ziola. Nicol permaneció tirada unos minutos, incapaz de moverse o de pensar en nada. Tenía los ojos llenos de lágrimas y su cara estaba ardiendo por el dolor del puñetazo. Se preguntaba qué le harían a Ziola. No quería ni siquiera imaginarlo. ―¿Hasta cuándo me tocará vivir esto? ―se dijo arrastrándose de nuevo al interior de la celda, para luego sostenerse y lanzarse de pecho en el catre, era la única manera para poder estar sin dolor y que sus heridas no empeoraran. Cerró los ojos y se quedó dormida, soñó que alguien se le acercaba, y le pasaba con suavidad la mano por sus heridas provocadas por la tortura. El dolor se alivió al sentir que le agregaban una fría pomada. Intentó abrir los ojos y vio a Enzo, quería prot
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Capítulo 10. El anillo
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Momento antesEnzo no podía dormir, aunque nunca lo hacía, apenas algunas noches solo lograba dormir un par de horas nocturnas, cualquiera diría que los remordimientos no lo dejaban que lo hiciera, pero eso era mentira, nunca sentía remordimientos de nada, solo había amado en su vida a sus padres y a su hermana, ella fue quien mantuvo por un tiempo viva su humanidad, del resto sentía que nadie se merecía su amor. Caminó por su despacho, se sirvió un vaso de whisky y se lo tomó de un solo trago mientras pensaba en los acontecimientos de los últimos días, estaba tan absorto en sus pensamientos que no escuchó los pasos del hombre que entró a la habitación, fue cuando este le dijo: —Capo di tutti capi… hay intrusos en la hacienda —dijo Andrea, uno de sus hombres más leales.—¿Y qué esperas para atraparlos? —espetó furioso por la ineficiencia que estaban mostrando sus hombres—. ¿Quiénes estaban de guardia?—Estamos en eso, se han atrapado algunos. Uno de los hermanos Rullo —dijo el hombr
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